Quien Soy para Dios, mi Creador?
El fundamento para saber quiénes somos de verdad es necesario hacerlo ante Dios. No necesito decírtelo: ante Dios no hay máscara que valga.
Ante Él, descubriremos, si de verdad nos lo proponemos, quiénes somos: somos criaturas a su imagen y semejanza.
Reconoce tus Capacidades:
Mediante el contacto con el mundo, cada uno de nosotros descubre lo que nos hace propiamente humanos. Esto, indudablemente, hace referencia, sobre todo, a nuestras capacidades: aquellas capacidades que no tienen los animales.
De todas ellas, resaltan dos,la interioridad y la capacidad de amar.
Mira el horizonte del proposito:
Habiendo descubierto que somos amadores, como lo es Dios, y que estamos llamados al amor, la pregunta que surge es cómo llegamos allá.
Aparte de esto, la perspectiva hacia el futuro es importante porque tu identidad no es estática: tú la vas forjando a medida que pasa tu vida. De ahí que resulte tan importante que, con esta pregunta, te plantees esta otra: ¿quién quiero ser?
Tu propósito es el amor y resulta necesario forjar nuestra identidad futura hacia ese horizonte. ¿Quieres ser amador de verdad? No pierdas de vista este horizonte.
Quien soy ante los demas?
Eres, ante los demás, un individuo, con tu propia identidad subjetiva y con capacidades muy tuyas. Con esta cuarta respuesta has descubierto más profundamente quién es tu «yo» personal e irrepetible.
Siempre apunta hacia arriba y hacia adelante, un dia a la vez; y de adentro hacia afuera.
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